Sueño y Pesadilla
Llegue extenuado a casa, saqué un refresco de la nevera y me derrumbé sobre el sofá, antes de esto, jamás lo hubiera creído: miré la maleta, supe de inmediato que estaba dispuesta para el viaje, en este la maleta desapareció, la levedad fue de ahí en adelante mi compañera; quedé sobreseído de materialidad y divague...