El médico
Vuelvo de la Iglesia lo más rápido que puedo. Mamá me había dicho que no me entretuviera. Que no mirase demasiado. Y que nunca, bajo ningún concepto, me quitase el pañuelo de la boca. Que tan solo dejara las flores junto la estatua de Sant Agostino y rezara de rodillas. Y que solo estuviera el...