Un bunker anclado a la vida.
Llega la noche y su oscuridad cubre la ciudad vistiéndola de viuda alegre, esta se ilumina a sí misma, coqueta, dándose ese aspecto misterioso, seductor y a la vez desconocido que nos atrae y atemoriza por partes iguales. Gente en las calles, unos van, otros vuelven. Bares donde, entre puertas de humo y olor a...