Alma de isla
Siempre he pensado que viajar alimenta el alma. La nutre y la hace crecer y florecer. Así, maduramos un poco más con cada viaje, con cada recuerdo, con cada aprendizaje y cada gesto que grabamos a fuego en nuestra memoria. Cada vez que nos abrimos a descubrir el mundo un poco más, todo lo intangible...