El dolor de una sola palabra.
Abrí mis verdes ojos por quinta vez ese mismo día y me volví a encontrar rodeada de las mismas paredes blancas que puedo observar los últimos dos años. Yacía en la misma cama rígida e incomoda en la que llevaba ya muchos meses soportando. Volteé la cabeza hacia la derecha, las cinco de la tarde...