Perdón por ponerme el traje de persuasor y dejarte a ti el de la eterna persuadida. Perdón por no haber acudido a tu casa cuando debí dejarte llorar. Perdón por no haberme comportado como tu chico cuando estuvimos con el orejas. Perdón por no haberle mostrado a aquel tipo que eras mía. Perdón por no haber cogido aquel autobús en el que te fuiste con él. Perdón por no haber estado ahí. Perdón por la debilidad que mostré en ese momento y otros.

Perdón por no habermelas ingeniado para estar contigo desde el principio.

Perdón por no poderte dar mis 25 años. Perdón por no ser un acompañante más imponente, más alto, más guapo, de esos que una presume allá dónde va. Perdón por DAR para PEDIR lo mismo. Perdón por tener una vida y una circunstancia poco presentables.

Obviado perdón por Amarte sin permiso.

Y gracias.

Gracias por todo lo fresco de tu cálida presencia, irrepetible, apaciguadora, inconmovible, la misma presencia cálida que me cambió la vida. Gracias por hacerme sentir como si tuviera 15 años, con el mismo miedo y la misma pasión de antaño.

Gracias por recibir el mejor sexo que he dado con tanto gusto, amor, lujuria y agrado.

Gracias por amarme sin querer.

Inteligente, amable, cariñosa, displicente, cauta, pasional, visceral, cordial, intuitiva, graciosa, sensibilísima, cachonda, comprensiva, esencialmente buena…

Es probable, que una frase que re dije la última noche «no me gusta como eres» halla estado haciéndote daño. En realidad lo que quería decir era: «no me gusta el trato que le das a nuestro amor, no puedo soportarlo más».

Por eso me fui. Bien sabes lo que digo.

Se que crees que no te conozco porque piensas que no te ofrecía te como eres, que me escondiste mucho de ti, de tu manera de ser, pero piensa en esto Elena: Una cosa es lo que me ofreciste y otra lo que yo pude ver detrás de muro que levantaste. Y tanto lo que me ofreciste que fue muchísimo, lo mejor que he tenido vida mía, me gusta con locura, no me puede gustar más.

Adoro como eres.

Es difícil tragarse las palabras, cuando el corazón lucha con la cabeza; cuando los sentimientos se desbordan y estalla una lucha de conflictos. Es difícil cerrar con llave el corazón, cuando sólo desea latir libre. Sí es difícil. Aunque prometo intentarlo, para que no salgas corriendo, para que tu vida no sea más complicada, para que espero que un día no muy lejano, seas tu la que rompa su coraza, y vengas a buscar mis besos, mis abrazos.

Sobre las olas un leve rumor, olor a salitre y a tu atoma. Tus pechos desnudos desvian mi mirada como tirando de unos hilos. No logro concentrarme en nada que no seas tú. Recorro cada centímetro de tu blanca piel con mis dedos delicados. Tu cuello, tu espalda, tu cálido sexo. Ahora despierto y no estás aquí, pero la luz dibuja tu figura…La marca tus curvas. Y yo lleno de recuerdos ese vacío que dejaste en ella, ese lugar que te pertenece. Ese espacio del que eres dueña. Mientras tanto siento escuchando tu corazón de niña que se grabó a fuego en mi oído. Después de tú orgasmo. Después de hacerte el amor.

….

Quiero gritar a los cuatro vientos mis sentimientos. Quiero que tus oídos guarden mis susurros, mis caricias, quiero ponerte nerviosa con mis palabras, con mis frágiles manos. Quiero ponerme nervioso con tus recuerdos… Quiero y un poco te quiero. Como quiero que no te asustes por mis nobles sentimientos. Espero que algún día seré el elegido, el acertado.

Dicen que una flor no se abre tirando de ella, sino dándole calor…Y eso es lo que espero que recibas de mi, con mis palabras y mis hechos.

Elena, Elena. Lo que recuerdo de los dos primeros meses que estuvimos juntos es que nunca fui tan feliz. Lo que recuerdo con mayor insistencia de los dos últimos meses son las veces que, con los ojos llenos de amor y con el corazón en la mano, me decías:

-«…pero tú me entiendes ¿verdad? Me entiendes».

La respuesta sigue siendo la misma, SI te entiendo, te comprendo te respeto y te comprendo; algunas personas, en algún momento de sus vidas, tienen la peor de sus suertes y conocen al mejor amor, al más profundo, ese que pasa una vez en su vida el de «todo bueno» cuando están pasando por un momento difícil y existencialmente delicado, que les pide promiscuidad o cierto abandono sexualidad y en ningún caso monogamia.

Sin embargo, el amor se presenta de repente y le exige exclusividad mientras que, por otro lado, su momento personal le exige promiscuidad y falta de compromiso.

Esta desgarradora contradicción, indefectiblemente acabará lamentablemente tragedia. Y las cotas de dolor es tan intenso, que la persona afectada acaba tomando pastillas para no soñar, porque sus sueños le superan e incluso le hacen temblar.

Pero yo no tuve más suerte. Te conocí, conocí al Amor, cuando pasaba por un mal momento personal en el que necesitaba todo lo que exige el Amor. Así es más fácil llorar después. Ojalá pudiera robarte el dolor y hacerlo mío, para sufrirlo yo por ti, mi chica, mi chica, mi chica.

No he dejado de pensar en ti, ni en un momento, ni un solo momento. Me despierto contigo y contigo me duermo.

Y todos los recuerdos son buenos, te recuerdo…

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, y es verdad, porque el mio me lleva cada noche al hueco que te nombra. Y le hablo y le suelto una sonrisa. Luego apago tus ojos y duermo con tu nombre besando tu boca.

….

Me pediste una carta de amor y no la escribí. No por no quererte, no por no amarte. Fue por falta de palabras, por falta de definición. Pues quien define el amor no lo conoce. Quien define el amor, no sabe lo que es amar. Y yo no tengo palabras para decírtelo. No puedo describir lo que siento. Se que te quiero. Se que te amo. Se que esas palabras no se acercan a mis sentimientos. Van más allá, mucho más lejos. A lo más profundo del alma. A lo más profundo del corazón. Donde los latidos nacen. Donde los latidos tienen alguna razón.

No olvides la alegría que sentíamos juntos. Los mareos, las explosiones de amor en nuestro pecho, muy adentro.

Cuéntale a tu corazón que la culpa es mía. Siempre estaré contigo. Te amo vida mía.

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