Paradoja
Me miró con ojos angustiados y no pude más que mirarla igual, levantando los hombros. Me sentía derrotado: el hambre nos había separado y la tragedia parecía no tener fin. A pesar de haber confiado en el gobierno y permanecido en San Cristóbal cuando ya todos habían comenzado a exiliarse, tuvimos que tomar la misma...