Y que Dios lo bendiga
Como todos los días, uno más en la vida de Omar. Todavía le faltaban unos cuantos años para la jubilación pero como todas las mañanas al levantarse se veía ya haciendo los trámites para acceder a ese estado de pasividad soñada. sabía que como todos los viejos laburantes el estar jubilado lo llevaría al límite...