Calle empinada
Eusebio se apeó del autobús, se subió el cuello del abrigo y se ajustó la bufanda para protegerse del viento. Sobre su cabeza, el azul del cielo cobraba tintes anaranjados salpicados de manchas, manchas conformadas por bandadas de pájaros y nubes acechantes, como si el autor de aquella obra manifestara con esos oscuros recursos su...