INTERIOR
“Estoy viviendo en Leganés con mi madre”, “Estoy viviendo en Leganés con mi madre” “Estoy viviendo en Leganés con mi…” ¡Para! No sigas. Podría alzar la voz, hacerle sentir mi presencia, ahogar sus palabras. Lloriqueos de crío débil e impotente. Pero prefiero seguir en las sombras, es divertido verlo enloquecer. Se desquicia, “Estoy viviendo en...