Escapada a Marrakech (cobras y cobros)
SÁBADO. Mi esposa y yo llegamos a Marrakech al oscurecer. Como de la nada, surgió una media docena de sonrientes niños que se acercaron a nosotros para tocarnos insistentemente buscando una dádiva. Una bienvenida que costó algunas monedas. Para llegar al hotel buscamos un taxi; por experiencia sé que en ciertos lugares es preciso regatear....