EN EL DESVÁN
Llovía afuera, pequeñas gotas inundaban el cristal, y mi mente, de repente intentó refugiarse en aquel desván de la casa, últimamente tan olvidado. Subí la pequeña escalera de madera, desgastada por el tiempo, que daba acceso a aquella especie de buhardilla donde todos los recuerdos esperaban. Estando frente a la puerta, mi corazón palpitaba nervioso,...