La magia de ser especial
Ojos grandes, marrones, con un leve tono verdoso, labios carnosos y uno sesenta de estatura. Su cabellera marrón caoba terminaba en tirabuzones que casi rozaban el límite de su espalda. Así era Iratxe. Alocada, inquieta, descarada y algo visceral. Una chica peculiar, capaz de enamorar a cualquiera que se detuviera un segundo a observarle el...