Hasta los cimientos
—¿Por qué aun descansando bajo la bendición de esta humilde sombra, siento el viento más cálido que nunca? Señores del monte, ¿no les agrada mi jornal de hoy? Y como si la providencia guiara la mirada de Wilfrido sobre la copa de los árboles, lejos, encontró humo. —¡Papá, papá! —grita Socorro. Corre hacia su padre...