Se perdió la puerca
Era la época de recoger el maíz, la señora Maritza y el señor Orlando estaban cansados de llamar a Jeison a decirle que se iba acabar el maíz y no iba a poder comer bollos, mazorcas ni “cocotazos”. Ese día lo acompañé a la finca, aún le era muy difícil a la señora Maritza aceptarme...