TATA MUNDANO
Quien me escuchara no me creería. Contar sobre las historias que nos contaba el Tata Mundano. Si, Tata Mundano le gustaba que lo llamáramos los chamacos en la ranchería. Una ranchería de no más de ocho casas, con un viejo y oxidado vagón de ferrocarril haciendo las funciones de escuela. Una escuela comunitaria atendida por...