MI AVENIDA MISTRAL
Luz. Luz sin cortinas. Luz que se abre paso despiadada entre el burbujeo incesante de terrazas estancadas en una tarde de domingo eterna, aniquilando a cualquier intento de lunes perpetuo. Luz a gritos en un espacio sin temporalidad. Martina me mira desde abajo, preguntándose si me va preparando el café o esta vez volveré a...