volvía de mis «quehaceres» diarios y observaba a mi paso la zona en la que crecí , aquel tubo que era mas corto que los demás y yo sabia su historia detrás, el pequeño árbol que aunque tiene casi mi edad no le permiten crecer, podándolo casi a diario semana tras semana para que su tamaño pueda conservar, la portería pintada sobre un muro de piedras realizado con una lata de grafitty en la que todas las tardes jugábamos mis amigos y yo , las partes que se encontraban rotas y estuve presente cuando se rompieron , un andador de recuerdos desde mi perspectiva actual , un paraje de maravillosas llaves de los recuerdos mientras mas observaba mas me recordaba los momentos que viví con otros , momentos de dicha y felicidad momentos en los que uno disfrutaba de su realidad , las calles siempre llenas de niños al andar , varias pelotas rebotar y varios niños cantar se podían escuchar aunque para ser justos creo que eran mas gritos que cantos , pero ocurrían risas y llantos experiencias vividas para todos y preocupaciones para las madres de tantos, no quiero ser un cliché pero ahora solo se ven niños sentados con su celular en mano y eso si se tiene suerte pues en ocaciones las calles solas se sienten es como si las hubiéramos terminado de gastar en mis viejos tiempos y ahora no pudieran utilizar.

tan solo un recuerdo efímero sucedió en ese momento pero los años que parecieron largos pasaron a través de mi de manera fugaz y ese fue un sentimiento de calma y paz que espero reencontrar.

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