Mi norte.
Velador ténue, música de fondo y la cálida tinta se desparrama sobre el papel. Simula no ser ocurrente, plasmar sobre una matríz centenares de litros y queda registrado sólo una línea: la letra. Quizá algunos en alguna vida tenemos alguna que otra enfermedad mental, esa donde la personalidad se diluye y la voluntad, la compleja...