La máquina
Tom E. Donahue era un vodevilista*. Antes de la guerra había sido un trapecista, y antes de eso, un contorsionista, pero siempre había sido un gran artista, un hombre del teatro, del espectáculo. Ahora guiaba a sus nueve hijos a seguir su camino, presentándose en la escena de Vaudeville en Nueva York. Se llamaban los “Dancing Donahues”: cuatro niñas, cinco niños, que...