Mala
Hoy al llegar al trabajo, y apenas colgar el abrigo, mis compañeros me han dicho que le urgía al jefe hablar conmigo. Mi corazón empezó a revolucionar a cien por minuto imaginando lo peor. Con temor en la garganta me dirigí al despacho de José. -Buenos días Alicia, ¿qué tal el fin de semana? -Bien,...