Viaje al centro del agujero. Barrio: mi cuerpo.
Las esquinas sirven para soñar. ¿Qué hay al otro lado del ángulo? Sirven a un Cronopio para saltar, a un Fama para comprobar la teoría de Pitágoras, a mi dedo meñique para declarar la república independiente de los moratones, a un cobarde para pirárselas, a un romántico para no comprometerse. No hay dos esquinas iguales....