Así que pasen cien años
Eran solo dos niños. No sabían nada del amor, pero cuando estaban juntos sentían algo que no podían explicar. Aquél sábado por la tarde bajaron en bicicleta hasta el río. El día era soleado y se sentaron en el puente a comerse la merienda, viendo pasar los pocos coches que circulaban por aquella carretera. Mientras...