El beso de la necesidad
Saqué mi pequeño bote de agua, despacio quité la tapadera y vi como aquel pequeño niño lamía sus labios, unos labios que reflejaban la dolorosa vida que llevaba, labios reventados como sus manos, rotos como su alma y unos cuantos pellejos secos se notaban a simple vista. El niño empezó a babear, se le notaba...