Películas de besos

Películas de besos

Marthilde

29/01/2021

[ beso ] -Contacto o presión que se hace con los labios-

Marvel nos engañó a todos y me pregunto yo con qué necesidad estamos esperando ese beso en la lluvia y boca abajo.
Las ideas en mi corazón, unidas a mis neuronas que bailan tan simpáticamente.
Parasimpática también y aclaro que mi ritmo cardiaco baja y todo lo que sube lo hundo, bien rápido.
Quiero que sepas algo: besar otros labios forasteros, no me hizo más que anhelar esos que alguna vez parieron nuestras pieles.

Recuerdo por qué.
Recuerdo por qué siempre creí que aparecerías con una alfombra mágica en mi balcón y yo ahí, esperando en un departamento en pleno Arenales y Suipacha, piso 12.

Sos mi morocho en el pasillo eterno.
Besándome el cachete.
Sos ese beso de despedida que di llorando.
Estaba rota. Sé que lo notaste.
Fuiste la libertad de ojos oscuros confiando en mí y tus Besos Brujos, disciernen de Lamarque; soy adicta a esta sensación, mientras quede en recuerdos.
Quizás sí quiero entrar al armario de Narnia.
Quizás sí cambie algo y te bese ahí dentro a oscuras, donde nadie nos esté diciendo qué hacer ni a dónde ir.

Sos el resultado de algunas bocas idealizadas y abrazos matutinos no deseados.Sos mi primer ejemplar.

Y pensé en ese Primer Beso.
También en Noah con su diario, despejando dudas sobre toda sensación de envejecer y flashear.
Yo lo hago siempre.
Mi película es simple, pero es tan sudaca que hasta Campanella se puede entretener.
Y no por nada, durante mi vida universitaria odié Av. Corrientes, porque somos eso: teatros andantes, actuados, saboteados, esperando que el cine sea El Salvador de nuestro mundo. Buscamos esa estatuilla, para poner en la mesita de luz y admirarla día y noche.
Divago pensando en ese reencuentro transoceánico y cuánto extrañaba besarte, abrazarte un rato más, porque ahí contuve, con toda la madurez de la calma, mil emociones desbordadas que fueron capaces de serenarse.

Regreso a la realidad, una vez más, en nuestra sala.
Siento el olor del carbón con los chispazos de fondo.
Veo a mi familia. La tuya, la nuestra.

Quizás, si regresase al pasado, solo buscaría momentos de mini vacaciones para sonreír en esta rutina cómica y absurda que nunca hubiera imaginado.
Volvería a tu sillón, a esa última charla (bastante empañada) donde nos imaginé Simba y Nala, sin Hakuna’s ni Matata’s, solo percibiéndonos.
Estamos Siendo, luego de recordar este sueño donde me sumergí durante años.
Somos esos perros vagabundos.
Miro mis plantas. Miro tus libros.
Me miro, me gusto y observo.
Te veo, te miro, te observo.
Se repite.
Si, fuiste mi fantasía constante.
Me acerco a la parrilla, te abrazo y te beso en esa espalda y a la vez quiero jugar con tu pelo crecido, enredado por el viento de estación.
Hay olor a domingo, a verano.
A besos futuros.
Besos inciertos.
Pochocleros.
Besos tan tangueros como rockeros y folclóricos.
Todos conocemos el desenlace de esas escenas, pero yo siempre esperé el de la nuestra.
Siempre elegí creer, que un buen beso, es todo lo que necesitaba de vos. 

Ahora, sé que no.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS