Dieciocho besos de sardina
La Coquette —¡Soy feliz como una perdiz, papá! Un beso, dos besos… Acabo de salir de la Coquette con mi amigo y su hija Beatriz, mi sardina preferida. Mi amigo, casi mi hermano, me guiña un ojo mientras sujeta a Beatriz que le come a besos, colgada de su cuello. El eterno sombrero vaquero de cuero...