VIEJO ES EL VIENTO Y TODAVÍA SOPLA …
Se encontró sentado en un banco de madera mirando al mar, se palpó la cara con incredulidad y descubrió con el tacto numerosos pliegues y arrugas en su tez, sintió un dolor en sus rodillas, se sintió extrañamente empequeñecido y dolorido. Trató de focalizar un punto en el horizonte, una gaviota en pleno vuelo o...