RENACER
Aurora miró el bastón y decidió que hoy lo iba a coger. Tenía ochenta y seis años y aunque sus hijos se lo habían comprado hace un montón de tiempo ella nunca lo usó. Se sentía orgullosa de estar todavía tiesa, de que sus huesos todavía consiguieran mantener su cuerpo erguido, como cuando era joven...