De Gaspar hacia el Cielo
Fueron muchas las noches que él solía narrarme cuentos y aventuras de sus proezas como soldado en las guerras que nunca existieron. A lo que yo, como nieto e incrédulo, siempre le preguntaba: —Abuelo, tuviste mucha suerte de no salir herido, ¿sufriste mucho? Me miraba constantemente con el mismo semblante, para nada serio, más bien,...