Vientos de Felicidad
Me llamo Rodolfo Carballo y quisiera contarles una historia. No soy escritor sino taxista, así que sabrán eximirme por los errores y dudas que surjan en el preludio de esta narración, que podría empezar así… -¡No me abandones mami! –suplicó el niño bañado en lágrimas– ¡Me lo prometiste! El hermano abrazándolo fuerte contra su pecho...