Luna de miel
Mi padre se llamaba Melquisedec y era una persona introvertida. Su aspecto era extraño: barba marxista y nariz aguileña de prestamista judío. Solía caminar deprisa inclinado hacia delante; parecía que en cualquier momento caería sobre su monumental nariz. Por su parte, mamá era pura sofisticación. Tras un calculado aspecto moderno y provocador que le hacía...