Un gusano en el cerebro
Leí su historia clínica y entré en la habitación, que compartía con cinco enfermos. Era arquitecto, unos treinta años, pelo ralo y algo grasiento, la barba recortada debía llevar tiempo sin cuidar. De entrada, me pareció tranquilo. Pero al oírlo hablar, más que tranquilidad sonaba a lasitud, a desgana. La mirada vagaba sin fijeza. La...