Pepillo
La radio estaba a todo volumen. — ¡Pepillo quita esa canción! que me tienes de los nervios. —Pero… —respondía el chaval. —Ni pero ni nada, coño, me tienes aturullado con tanta canción. —Jefe, no se entera, es música para enamorados. —¿Enamorados? ¿Quién está enamorado? —decía Fermín, zapatero de toda la vida, encorvado, cosiendo la suela...