Andaluza
RN Tenía una expresión distinta. Miraba diferente. Dejó caer la moneda, me sonrió y se fue. Era redonda, de metal, como cualquier otra. Pasé algunos minutos dándole vueltas, como si pudiera palpar una sorpresa. “Qué absurdo”, y seguí tocando. Volví a olvidar el frío de la tarde con la melodía de mi acordeón, aunque la...