La persiana
La persiana a medio cerrar del cuarto de mis padres era nuestro mirador secreto a la calle Asunción. Angosta y transitada, segundona y humilde, intentaba sin conseguirlo, hacerse lugar entre dos colegas de mayor alcurnia. Una imponente, con título de avenida y aires de grandeza que se convierten en vientos perennes que levantan faldas y estropean...