El chico del kebab
Llevo diez años viviendo en mi barrio y realmente nadie me conoce. El último local que cierra es un kebab donde, si quiero darme un atracón, es una opción mejor que la máquina de vending, aunque nada incompatible: me atiborro de carne y luego salgo con el 1,50 que me queda y compro chocolate, toda...