PALABRAS DE UNA MUJER ASESINADA
Recuerdos que aún lastiman es lo único que me queda de aquella tarde tan gris, cuando fui arrebatada de los brazos de quienes me amaron, de los que siempre me cuidaron y protegieron, todo sucede...
439participaciones
Admisión de originales: del 9 de noviembre al 11 de enero
Periodo de votaciones: del 12 de enero al 4 de febrero
Fallo del Jurado: 4 de marzo de 2021
Recuerdos que aún lastiman es lo único que me queda de aquella tarde tan gris, cuando fui arrebatada de los brazos de quienes me amaron, de los que siempre me cuidaron y protegieron, todo sucede...
La calle emerge desde las cavernas de la memoria, la recuerdo : cuatro metros de ancho por setenta de largo ( la medí alguna vez). Mi niñez la transitó a diario. Era el desahogo de mis padres y fue por consiguiente, mi puerta al nuevo mundo. Era la que me permitían, las otras escapaban del...
Evaristo era incansable, entre todos los compañeros del secundario lo odiaban. Siempre quiso llamar la atención de una u otra manera. Se pasaba el tiempo con su ingenio maligno burlándose de todo aquello que no estaba bien. De una compañerita gorda, morocha y de singular paso por tener una pierna más corta. Y de otro...
Es sábado. Montiel, tras haber comprado en la cafetería Oberweis de Gasperich canapés, pastelitos y una botella de crémant, camina temeroso hacia su destino. Cada mañana recorre con su mono naranja corporativo, colgado de la trasera del camión, algunas calles de la ciudad centroeuropea en la que vive desde hace ya algunos años. Con sus colegas...
Llevo diez años viviendo en mi barrio y realmente nadie me conoce. El último local que cierra es un kebab donde, si quiero darme un atracón, es una opción mejor que la máquina de vending, aunque nada incompatible: me atiborro de carne y luego salgo con el 1,50 que me queda y compro chocolate, toda...
RECUERDOS DEL FUTURO No sé si algún lector le ocurrirá lo mismo que a mí, o algo similar, aunque realmente he confirmado que a mucha gente le ocurre esa sensación de ser poseedor, de nacimiento, de una caja de fotografías mentales, quizás desordenadas, a lo mejor no muy claras, aunque no sea mi caso. Las...
Hoy, como todos los días, me he asomado por la ventana de mi habitación a las 2 de la tarde, instantes antes mi madre. Que ya es conocedora de esta rutina, ha levantado el plato en el que reposara mi comida del día, con la frialdad propia de los rituales cotidianos. Tras apresurarme por el...
Pocas veces pensamos que algún suceso tan repentino pueda cambiarnos la vida como lo que ahora ya conocemos, de manera general, como la pandemia. La comunicación globalizada, nos puso al tanto, en segundos, de lo que venía sucediendo al otro lado del mundo y que, se preveía, llegaría a América inevitablemente. Antes que el exceso...
He cumplido más de cincuenta inviernos. Y soy, un cefalópodo. Es que, ni por asomo de cuernos, podía suponer tal maligna maldición. Esa que me ha tenido encerrada en la concha durante meses. Un virus. Las circunstancias de encerrona forzosa van contra natura. En mis cartílagos se ha instalado un vacío que antes no estaba....
Las orillas de la ciudad se fundían con los márgenes del arroyo. Las calles corrían rectas y al final se hacían de tierra y se perdían entre matorrales, alisos, curupíes, sauces llorones y ceibos. Justo ahí, donde dejaban de ser calles y pasaban a ser senderos, el espacio se abría al desorden y a la...
Setenta y dos días: tiempo que discurrí en interiores por prescripción gubernamental. En ese intervalo, más bien un espacio suspendido entre dos siestas, entendí que si la casa es un refugio, entonces el barrio es una suerte de Rosebud sin trineo, más que nada porque en Madrid apenas nieva. Sí, setenta y dos días con sus...
Me encanta pasear por calles estrechas y solitarias, sobre todo en días tristes y nublados donde las farolas encendidas le dan un aspecto tétrico a sus sórdidas casas de fachadas de piedra. Me gusta su belleza añeja que alberga tantas historias. Esas viejas calles están llenas de energía y diversidad que me inundan de melancolía,...