Preludio
Estaba tendida en la cama, el frío había cesado y los vidrios rebotaban amarillo por toda la ciudad, un pequeño rayo se hacía paso por entre la rejilla. Me pongo de pie y mi hija pregunta: – ¿cuántos van mamá?. ¿Cuántos infectados van?. Por un momento había olvidado que llevábamos ya ocho días confinadas en...