Aquella habitación.
Su mirada es lo más triste que he visto jamás. Puede permanecer horas y horas inmovil en aquella habitación como si formara parte de la decoración, lo recorre todo milímetro a milímetro, deteniéndose en cada detalle una y otra vez. Se acerca muy despacio a la ventana hasta acariciar la cortina, el silencio de la...