Secreto familiar: Nuestro amor prohibido
Corrían los años 20, mi abuelo, Don Carlos Zegarra, pertenecía a los oficiales de la Guardia Civil, quien fue trasladado a la sub-sede superior en la ciudad de Arequipa. Los días lunes en la mañana, las hermanas del Convento de claustro de Santa Catalina salían hacia los jardines interiores para realizar labores de jardinería, era...