Limosnas
No conocía su origen y tampoco buscaba su destino. Para ella existir era sobrevivir y, en la calle,esto no era poca cosa. Cargaba con su nombre, le hubiera gustado llamarse Morena pero le asignaron “Ramona”. La adultez la había asaltado tan cruelmente como la vida: con manchas carmesí entre sus piernas. Ocultó su estado con...