En el empedrado
Nada ni nadie lo vio esa noche, a pesar del concurrido barrio incluso en horas de trampas. Salió en busca de aire y de olvido. La luz colgante en el medio de la calle suavemente se balanceaba por el viento norte, húmedo, caluroso. Terminaba de hacer el amor, desenfrenado, doloroso. Ella, desnuda, satisfecha y exhausta...