El portador del fuego en el fin del mundo
Acababa de comenzar un nuevo verano eterno de días infinitos y, al terminar la tarde, mi amigo Javi apareció en el descampado con una caja grande de cerillas de madera. Se la había robado a su madre. Él sonreía triunfante, mientras a los demás nos daba miedo, porque nosotros no nos atrevíamos todavía a quitarles...