Galopando en lo desconocido
Abrí los ojos aquel miércoles de Junio sintiendo que me calentaba la acolchada cobija azul de mi cama doble. Tardé sólo un segundo en darme cuenta que estaba en una pequeña cama de madera maciza y que me cubrían un par de cobijas de lana delgadas y roídas, que hacían evidente que otros las habían...