¡Cógeme fuerte, amor!
La última aeronave despegó ya hace varios días. Ernesto y Amelia pudieron ver el acontecimiento desde las colinas cercanas de la sierra. El desconsuelo de ambos era atroz, pero el de Amelia resultaba especialmente lacerante para Ernesto, no había manera de encontrarle un ápice de consuelo. Llevaban semanas preparándose para la despedida y aun así...