Tierna historia de amor y muerte
En el centro de la sala hay una mesita baja con agua e infusiones de cortesía. Está rodeada de sillones de color azul imitando a piel, tan incómodos, que sentarse cinco minutos son suficientes para que el plástico se pegue a los muslos y a las posaderas. Un tabique separa la estancia de la salita...