Toda una vida
Al llegar de la escuela por las tardes, con los libros terciados y las trenzas jugándole en la espalda, veía ahora a un desconocido que hablaba en voz muy baja con su padre. No podía imaginarlo, pero ese hombre iba a ser su marido. En aquellas visitas vespertinas se negociaban los términos del trato. Se...