La eternidad por un instante
El móvil sonó con insistencia durante un buen rato. Habría contestado de buena gana si hubiese podido, pero la voz sonaría extraña bajo cuatro metros de agua y probablemente el interlocutor no entendiese ni una palabra. Hay que ser muy inconsciente para tomar una curva a ochenta kilómetros por hora mientras tratas de contestar...