Neknominate
Una gota de sudor se deslizaba lentamente por la frente de Sara. No es que hiciera calor, el viento nocturno y helado de enero soplaba tan fuerte que invitaba a la gente a quedarse en casa, preferiblemente al lado de una buena estufa. -¡Vamos, no hay nadie, hazlo!- La voz de su amiga sonaba como...