Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No caigáis en la tentación de la tecnología?

Y la mujer respondió a la serpiente: Podemos hacer uso de los avances tecnológicos para alimentarnos, para vestirnos, para sanarnos; pero de la tecnología dijo Dios: No usaréis la tecnología para relacionaros, ni para sustituiros, ni para aislaros, para que no os extingáis.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No os extinguiréis; sino que sabe Dios que el día que uséis la tecnología para relacionaros, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Y vio la mujer que la tecnología era buena para usar, y que era agradable a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría; y la usó para relacionarse, y para aislarse; y se la enseñó también a su marido, el cual la usó así como ella.

Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban solos; entonces se abrieron múltiples cuentas con múltiples nombres de usuario y múltiples contraseñas. Se abrieron cuentas de correo electrónico, se abrieron perfiles en redes sociales, se abrieron carpetas en la nube, se mandaron mensajes instantáneos.

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios detrás de sus pantallas, las pantallas de sus ordenadores, de sus móviles inteligentes, de sus tablets, de sus televisores interactivos.

Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba solo; y me escondí.

Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas solo? ¿Has usado la tecnología para relacionarte que yo te mandé no usases?

Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me la enseñó, y yo la usé.

Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?

Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y yo la usé.

Y Jehová Dios dijo a la mujer: Te quedarás sin hijos.

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y usaste de la tecnología de que te mandé diciendo: No la usarás; maldita será la vida por tu causa; dejaréis de hablaros, dejaréis de miraros, dejaréis de tocaros. y la vida se extinguirá, porque no tendréis relaciones sino a través de la tecnología, y ésta os hará infértiles.

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