Mi historia
Como reliquia, no es gran cosa. Carece de la refinada elegancia del blanco y negro, o de aquel inconfesable encanto de las fotos cuarteadas, quemadas por las puntas, dobladas o archisobadas, recompuestos sus retazos con pegamento, casi siempre de manera insatisfactoria, burda y apresurada. Tampoco hallaréis, agazapadas en sus entretelas, truculentas historias de intrigas familiares,...